El supercondensador
de grafeno, o como tener un coche eléctrico que se recargue en unos minutos
Motorpasión Futuro
sábado, 23 de febrero de 2013 7:40 GMT
sábado, 23 de febrero de 2013 7:40 GMT
Más allá de las baterías hoy en
día ya disponemos de otro tipo de dispositivos capaces de almacenar energía
eléctrica, los condensadores. Se utilizan en muchos mecanismos electrónicos que
empleamos a diario. Las ventajas de un condensador es que se puede cargar y
descargar muy rápido, y tiene un coste reducido, pero la desventaja es que no
acumula mucha energía. Los supercondensadores son capaces de almacenar mucha
más energía (y ya existen desde 1957).
Además de las líneas de
investigación en nuevas baterías, también hay varias líneas de investigación en
nuevos supercondensadores, siendo los más prometedores los de grafeno como
alternativa de futuro para dispositivos electrónicos y por supuesto para
vehículos eléctricos.
El grafeno es una forma del
carbono, y además es un compuesto orgánico que no solo se puede reciclar sin
contaminar, sino que es compostable y serviría para hacer abono junto
con otros restos orgánicos. Con el grafeno podríamos fabricar condensadores que
tendrían mucha más capacidad que los actuales y que no serían tan contaminantes
a la hora de ser desechados, o bien no serían tan delicados de reciclar, como
las actuales baterías.
Y mantendríamos igualmente las
ventajas de los condensadores, con lo que tendríamos un coche eléctrico a menor
precio que si tuviera baterías, podría tener más autonomía y sobre todo se
podría recargar mucho más rápido, en uno o dos minutos.
¿Podemos esperar entonces en la
práctica recargar por completo un coche en unos solos minutos? Probablemente no
ya que esto requeriría potencias de carga excesivamente altas, pero sí
podríamos tener recargas parciales a potencia alta, pero asumible, con las que
recuperar parte de la autonomía del coche en menos tiempo que ahora.
Otras opciones podrían ser
encontrar aún más útil los sistemas de recarga rápida inalámbrica y recargar
aprovechando paradas cortas como los semáforos, o tener estaciones de recarga
que acumulen energía durante todo el día, y la trasvasen muy rápidamente a los
supercondensadores del coche.
Otra ventaja añadida es que la
recarga rápida de un supercondensador no presenta problemas sobre la vida útil
del acumulador, problema que no está del todo eliminado cuando se utiliza la
recarga rápida en baterías (conviene no abusar de la recarga rápida en las
baterías de iones de litio y debe estar muy bien estudiado el sistema de
refrigeración de las mismas para que la recarga a alta potencia no las
sobrecaliente y deteriore).
En la Universidad de
California hay un equipo de investigación trabajando en los supercondensadores
de grafeno. Utilizan óxido de grafito disuelto en agua y lo calientan con luz
láser para obtener láminas de grafeno flexibles.
Descubrieron por casualidad que
si solapaban varias láminas y las cargaban durante dos o tres segundos, ese
supercondensador era capaz de mantener encendida una pequeña bombilla durante
algo más de cinco minutos. Por ahora su trabajo es muy esperanzador, esperemos
que termine llegando a buen puerto y finalmente se aplique a nivel industrial.
Gracias a MOTOR PASION FUTURO.
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